A story in eight panels: Global Connections: Mesoamerican Myths, the Domestication of Nourishment, and its Distribution
Una historia en ocho paneles: Conexiones Globales: Mitos Mesoamericanos, Domesticación de Alimentos y su Distribución
Global Connections: Mesoamerican Myths, the Domestication of Nourishment, and its Distribution tells a story over the course of eight panels. Catalina Delgado-Trunk created an eight-panel artwork representing tales of food from Mesoamerica. She believes, across time and geography, we have asked the same questions: “Where do we come from, what are we doing here, and where are we going?” Pre-Columbian myths provide powerful answers that can inspire contemporary audiences.
Mesoamerican beliefs connected creation with the act of growing seeds, and envisioned the world as a field to be tilled and cultivated. Delgado-Trunk appropriately begins her story by illustrating the formation of the earth, from which all life springs, on the first panel. The subsequent panels depict imagery that blends myth, tradition, and human agency in the growth of indigenous plants and fruits. Nourishment is bestowed to us from the Gods, like Tlaltecuhtli, who is both female and male, and represents fertility. Humans then work hard to cultivate food and share in its richness.
For Delgado-Trunk, we domesticate nature by growing crops as ingredients for cooking. We also bring food with us on our travels, resulting in a rich history of cultural exchange. The narrative closes as Delgado-Trunk illustrates traditional forms of cooking in Mexican kitchens, a pictorial recipe for how to make tortillas, mole, and tamales. In Global Connections, Delgado-Trunk simmers together legends and foods across space and time, inviting viewers to delight in fantastical stories about the origins of food, an element that links us all.
Conexiones Globales: Mitos Mesoamericanos, Domesticación de Alimentos y su Distribución comunica una historia en ocho paneles. Catalina Delgado-Trunk ha creado estos ocho paneles representando historias de alimentos de Mesoamérica. Ella cree que a través del tiempo y de la geografía todos nos hacemos las mismas preguntas: “¿De dónde venimos, que hacemos aquí, y a dónde vamos?” Mitos pre-Colombinos proveen poderosas respuestas que inspiran a audiencias contemporaneas.
Las creencias Mesoamericanas conectan la creatividad con el arte de cultivar semillas, y veen al mundo como una milpa que tiene que ser labrada y cultivada. Delgado-Trunk apropiadamente inicia su historia ilustrando la formación de la tierra, de la cual surge toda la vida, como lo representa en el primer panel. Los paneles subsequentes presentan imágenes que funden mitos, tradiciones y actividades humanas representando el cultivo de frutas y plantas indígenas. El sustento nos es dado por los dioses, como Tlaltecuhtli, quien es una deidad femenina y masculina, y representa la fertilidad. Los humanos trabajan arduamente para cultivar alimentos y participar de sus riquezas.
Según Delgado-Trunk, domesticamos la naturaleza al hacer cultivos y al usar los frutos como ingredientes para cocinar. También llevamos alimentos en nuestras travesías, resultando en una rica historia de intercambio cultural. Ésta muestra cierra con las ilustraciones de Delgado-Trunk representando la comida tradicional de la cocina Mexicana, una receta gráfica de como hacer tortillas, mole y tamales. En “Conexiones Globales”, Delgado-Trunk sazona leyendas y comidas a través del tiempo y el espacio, invitando a la audiencia a deleitarse en fantásticas historias sobre el orígen de los alimentos, un elemento que nos une a todos.
The Creation of the Land/ La Creación de la Tierra
Delgado-Trunk begins with an ancient tale of the earth’s creation, which takes place, in Aztec mythology, in the age of the Fifth Sun. One day, the gods Quetzalcoatl and Tezcatlipoca descended from the heavens to defeat the savage primeval sea monster, Tlaltecuhtli, also known as Cipactli. The hideous beast, with large fangs and crocodile skin, searched menacingly for flesh to feast on. Tezcatlipoca coaxed the creature with his foot as bait. It took a large bite, and the god lost his foot, which he later replaced with an obsidian mirror. A battle ensued, and the brothers, working together, speared the monster. Tlaltecuhtli’s defeated body became the earth; its hair the swaying trees and grasses, its glassy eyes and deep sockets the wells and caves, its nose the hills and valleys, its shoulders the mountains.
At the top of this panel, a human figure holds scales that symbolize the balance of opposites: fire and water, hot and cold, good and evil. This equilibrium is at the center of pre-Columbian belief systems. According to Delgado-Trunk, “it is the primary responsibility of every human to walk through life, maintaining the balance of all opposites to avoid chaos.”
Delgado-Trunk inicia con una antigua historia de la creación de la tierra, la cual toma lugar en la mitología Azteca, en la era del Quinto Sol. Un día, los dioses Quetzalcoatl y Tezcatlipoca descendieron de los cielos a derrotar al primitivo monstruo marino Tlatecuhtli, también conocido como Cipactli. La horrible bestia, con largos colmillos y piel de cocodrilo, buscaba, amenazadoramente, carne viva para su festín. Tezcatlipoca persuadió a la bestia con su pié como carnada. El monstruo le dió una gran mordida, éste dios perdió su pié el cuál luego reemplazó con un espejo de obsidiana. El cuerpo derrotado de Tlaltecuhtli se convirtió en la tierra; sus cabellos en árboles y pastizales, sus ojos vidriosos y cuencas profundas en pozos y cuevas, su nariz en cerros y valles, sus hombros en montañas.
En la parte superior de éste panel, una figura humana sostiene balanzas que simbolizan el balance de opuestos: fuego y agua, calor y frío, el bien y el mal. Éste equilibrio está al centro de del sistema de creencias pre-Coloniales. Según Delgado-Trunk, “es la responsabilidad primordial de cada ser humano, caminar por la vida manteniendo el balance de todos los opuestos para evitar el caos.”
The Creation of the Cosmos / La Creación del Cosmos
According to the Aztecs, the creation of the cosmos under the Fifth Sun began when all the gods built a giant bonfire. One of them had to jump through it to bring a new sun into existence. Tecuciztecatl was very proud and arrogant, but in the end, hesitated. Meanwhile, Nanahuatzin, old, sickly, and covered with sores, suddenly leaped bravely into the flames. Jealous, Tecuciztecatl jumped in immediately after. Therefore, two suns were born, which would overwhelm the world. Displeased, the gods threw a rabbit at Tecuciztecatl to diminish his glow, making him the moon. If you look, you can see the rabbit on the moon today.
Tlaltecuhtli reappears in this panel as the central figure, redeemed as the Earth God/Goddess, possessing both male and female sexes. Mighty and strong, s/he holds up the sky and stands firmly on the Underworld.
Above, the sky is composed of the sun and the moon, represented by an eagle and a jaguar, respectively. The Eagle, soaring high into the sky, symbolizes the sun crossing the heavens each day. To survive the dark journey through the night, the sun needs strength to rise in the morning, allowing life on earth. As the animal spirit of the Underworld, the jaguar symbolized the moon and darkness.
De acuerdo a las leyendas de los Aztecas, la creación del cosmos bajo el Quinto Sol inicia cuando todos los dioses hacen una gran fogata. Uno de ellos debía de brincar sobre la fogata para traer el sol a la existencia. Tecuciztecatl era muy orgullozo y arrogante, pero al final dudó de si mismo. Mientras tanto, Nanahuatzin, viejo, enfermo, y cubierto en yagas, repentina y valientemente brincó hacia las llamas. Tecuciztecatl, celoso, lo siguió de inmediato. Fué así que nacieron dos soles, los cuales abrumaron al mundo. Disgustados, los dioses, lanzaron un conejo a Tecuciztecatl para disminuir su brillo, convirtiéndolo en la luna. Si observas la luna llena, verás que el conejo sigue en ella.
Tlaltecuhtli reaparece en éste panel como la figura central, liberado como el dios/diosa tierra, poseyendo ambos sexos, masculino y femenino, fuerte y poderoso/a, sosteninendo el cielo y aplastando el inframundo.
Arriba, el cielo está compuesto por el sol y la luna, representados respectivamente por una ágila y un jaguar. El ágila, volando alto en los cielos, simboliza el sol crusando los cielos día a día. Para sobrevivir las travesías por las tinieblas de la noche, el sol necesita la fuerza de surgír cada mañana, dando vida a la tierra. Como el espíritu animal de las tinieblas del inframundo, el jaguar simboliza la luna y la oscuridad.
The Pochtecas/ Los Pochtecas
Through the center of the artwork, Delgado Trunk illustrates the Aztec Pochtecas, a powerful merchant guild that controlled twelve trade routes throughout Mesoamerica, sometimes also acting as spies for the rulers. From the Chaco Canyon area of New Mexico to Guatemala, the Pochtecas exchanged goods for precious feathers, stones, and other items that fueled a prosperous economy. They distributed fish, maize, chilies, and cotton, traveling great distances on foot.
Delgado-Trunk has included many footprints to indicate that the carriers walked bearing their loads on their backs. The figures with baskets on their backs are traveling Pochtecas carrying maize, squash, chilies, tomatoes, beans, and cacao. The Pochtecas brought rare and precious ingredients to the four corners of the vast Pre-Columbian world.
Delgado-Trunk represented jaguars, as they are the animal spirits and protectors of the Pochtecas who often travelled by night, allowing the Pochtecas to share the richness of ingredients that continue to nourish and unite us all. For Delgado-Trunk, these foundational ingredients cross cultural barriers today, just as the Pochtecas mythically crossed the world.
En los centros paneles, Delgado Trunk illustra los Aztecas Pochtecas, una casta de poderosos comerciantes que controlaban doce rutas comerciales de Mesoamérica, algunas veces actuando como espías para los gobernantes. Desde el área del Cañón del Chaco en Nuevo México hasta Guatemala, los Pochtecas intercambiaban mercancías por plumajes, piedras preciosas y otros artículos los cuales alimentaron una próspera economía. Ellos distribuían pescado, maíz, chiles y algodón, viajando grandes distancias a pie.
Delgado-Trunk incluye un número de huellas humanas para demostrar que estos comerciantes caminaron llevando la carga a sus espaldas. Las figuras con canastos en sus espaldas son los Pochtecas viajeros cargando maíz, calabazas, chiles, tomates, frijol y cacao.
Delgado-Trunk representa a jaguares como los espíritus animales protectores de los Pochtecas quienes frecuentemente viajaban de noche, permitiendo a los Pochtecas compartir sus ricos ingredientes, los cuales continúan nutriéndonos y uniéndonos hoy día. Para Delgado-Trunk, estos ingredientes fundamentales continúan cruzando barreras culturales, al igual que los Pochtecas cruzaban el mundo míticamente.
The Pochtecas’ Patron Gods/ Los dioses patronos del Pochtecas
The Pochtecas formed a class distinct from the rulers and the people, represented by four patron gods. Two we have already met in the creation of the earth story: the two brothers Tezcatlipoca (first from the top) and Quetzalcoatl (third from the top). Also, the Pochtecas were safeguarded by the god Yacatecuhtli, patron of commerce and travelers, symbolized by carrying sticks in the shape of a cross (second from the top) and Coyotl Nahuatl, the auspicious god of music, dance, mischief, with a head of a coyote (fourth from the top).
Los Pochtecas formaron una clase distinta a la de los gobernantes y sus súbditos, representados por cuatro dioses patronos. Ya hemos conocido a dos de ellos en la historia de la creación de la tierra: los dos hermanos Tezcatlipoca (el primero en la parte de arriba de este panel) y Quetzalcoatl (el tercero de arriba abajo). También, los Pochtecas eran resguardados por el dios Yacatecuhtli, patrón de comerciantes y viajeros, representado cargando ramas en forma de cruz (el segundo de arriba abajo) y Coyotl Nahuatl, el auspicioso dios de la música, la danza, y la vagancia, con cabeza de coyote (el cuarto de arriba abajo).
The Foods the Pochtecas Carried / La Comida que cargaban los Pochtecas
Delgado-Trunk illustrates native plants of the Americas, tomatoes, beans, cacao, corn, chilies, and squash, grown in round bowls with serpent heads. In all Mesoamerican cultures, snakes were thought to embody mysterious powers of renewal, growth, and transformation due to their unique ability to shed their skin. For this reason, they were associated with a number of gods, such as Quetzalcoatl (Feathered Serpent).
Catalina Delgado-Trunk also represented pineapple, papaya, mamey, vanilla, pitaya (dragon fruit), amaranth, maguey or agave, and the nopal cactus bearing its prickly pears. These plants held magical properties in Pre-Columbian cultures. The maguey, for example, had many uses: the leaves were broken down into paper, its juice fermented into an intoxicating beverage, pulque, its leaves further supplied an impenetrable thatch for humble dwellings; pins and needles were made from the thorns at the extremities; and the root, when cooked, was converted into nutritious food. The agave, in short, was meat, drink, and writing materials for the Aztec.
Delgado-Trunk ilustra plantas nativas de las Américas: tomates, frijol, cacao, maíz, chiles y calabazas. Cada planta crece en un tazón redondo con cabeza de serpiente. En todas las culturas Mesomericanas, se creía que las serpientes personificaban poderes misteriosos de renovación, crecimineto, y transformación debido a su particular habilidad de mudar su piel. Por ésta razón, eran asociadas con un gran número de dioses, como Quetzalcoatl (La Serpiente Emplumada).
Catalina Delgado-Trunk además representó piña, papaya, mamey, vainilla, pitaya, amaranto, maguey ó agave y el nopal con tunas. Éstas plantas poseen propiedades mágicas en culturas pre-Coloniales. El maguey, por ejemplo, tenía muchos usos: las hojas fueron molidas para hacer papael, su jugo fermentado para hacer pulque, además sus hojas se usaban como impenetrables cubiertas para techos para las casas humildes; agujas y alfileres fueron hechos de las epinas del contorno de las hojas; y sus raices, al cocinarlas, se convertían en nutritivos alimentos. El agave, en pocas palabras, era carne, bebida y material para la escritura para los Aztecas.
The Flying Pole/ El Palo Volador
The top section of the final panel represents the artist’s imaginative rendition of a “Palo Volador” (Flying Pole) ceremony. An ancient Mayan ritual, it is still performed today by Huasteco and Totonaco people of Mexico and in Guatemala. It was staged during the winter solstice festivities calling for rain and fertility. From a tall wooden pole, that represents the axis of the world, a man plays sacred melodies with his flute, evoking the sun’s energies. Around him, four men swing, usually hanging upside down from long ropes bound to their ankles. They each spin around thirteen times so that together they count fifty-two rotations. Poetically, their actions pay tribute to the calendar year and unite the sky with the earth. In this representation, Delgado-Trunk has replaced humans with squash, tomatoes, maize, and chilies, and the musician is a mystically powerful serpent that evokes both rain and transformation.
En la parte de arriba de este último panel, la artista presenta su interpretación imaginaria de la ceremonia del Palo Volador. Un antiguo ritual Maya, el cual continúa ejerciendose por los indígenas Huastecos y Totonacos de México y Guatemala. Esta ceremonia, originalmente, tomaba lugar en las festividades del solsticio de invierno, pidiendo por lluvia y fertilidad. Desde la cima de un palo alto, el cual representa el eje de la tierra, un hombre toca melodías sagradas con su flauta, invocando la energía del sol. Alrededor de él, cuatro hombres vuelan cabeza abajo, generalmente atados por una cuerda de la parte alta del palo a sus tobillos. Cada uno gira alrededor del palo trece veces, aunados vuelan en círculo cincuenta y dos veces. Poéticamente, sus acciones ofrecen tributo al calendario anual y unen el cielo con la tierra. En esta representación, Delgado-Trunk, ha reemplazado a los humanos con calabazas, tomates, maíz y chiles, y el músico es una poderosa serpiente mística que evoca a la vez a la lluvia y a la transformación.
The Kitchen/ La Cocina
In the imagery below, Delgado-Trunk brings us into a kitchen. She rendered a metate (a grinding stone) used to crush corn to make the masa (dough) for tortillas, which are cooked on over the comal (a flat griddle). Maize was sacred to the Aztecs, given to them by the god Quetzalcoatl. Other traditional dishes include Mole (spice sauce), with turkey and a plate of tamales (dough filled with meat and vegetables), with a pot of chocolate on the side. Delgado-Trunk thus invites you to the table of her Mesoamerican cultural heritage, with its richness in flavors and legends.
En la imagen abajo, Delgado-Trunk nos transporta a la cocina. Ella dibuja un metate, usado para moler maíz para hacer la masa de las tortillas, las cuales se cocinan sobre un comal. El maíz era sagrado para los Aztecas, dado a ellos por el dios Quezalcoatl. Otros platillos tradicionales incluyen el mole con pavo y un plato de tamales, con una oya de chocolate caliente al lado. Así nos invita Delgado-Trunk a la mesa de su herencia cultural Mesoamericana, con sus riquezas de sabores y leyendas.